Estos son los ámbitos de intervención que se trabajan desde la psicomotricidad:
Diagnóstico, para la comprensión global de la persona mediante la aplicación de instrumentos específicos de valoración, como son el balance psicomotor y la observación psicomotriz.
Preventivo, con el fin de detectar y prevenir trastornos psicomotores o emocionales en poblaciones de riesgo y durante las diversas etapas de la vida, desde la infancia a la 3ª edad.
Educativo, para facilitar la maduración psicomotriz en el marco curricular del centro educativo.
Terapéutico, como forma de intervención sobre trastornos psicomotores del desarrollo y alteraciones emocionales y de la personalidad, en función de un proyecto terapéutico realizado sobre la base de un diagnóstico.
De formación, investigación y docencia, cuya finalidad es la capacitación para el desarrollo de la actividad profesional, la profundización en sus ámbitos de competencia y la transmisión de los contenidos ligados a esta disciplina.